Continuando con el fascinante tema de madrugar cada día, acá profundizo más sobre lo que hago entre el momento en que despierto y el momento en que pongo el dedo en el escáner del molinete de entrada, previo al ingreso del gimnasio.
Por supuesto, todo está milimétricamente calculado y establecido de forma rutinaria, de tal manera que cualquier cambio por pequeño que sea puede llegar a afectar el que pueda llegar tarde o temprano al gimnasio. Acá hablamos de eso y más.
En este episodio, voy haciendo un relato detallado de toda esa serie de cosas que voy haciendo y de cómo, después de unos pequeños cambios, he llegado a ir puliendo y perfeccionando el protocolo del despertar, ganando valiosos segundos, que algún día harán que pueda llegar al gimnasio a las 5 de la mañana en punto.
Mientras llega ese maravilloso día, los dejo con éste episodio del podcast, para que escuchen y se diviertan un poco, acompáñenme en el camino.