La tradición oral listó los diez pasos del Camino espiritual:
La inquietud: la persona percibe que precisa cambiar de vida, sea por tedio o por sufrimiento.
La Búsqueda: viene la decisión del cambio. La búsqueda se da con libros, cursos, encuentros.
La decepción: comienzan los cambios de camino. Aquel que está buscando percibe los problemas y defectos de los que enseñan. Por más que cambie de corriente filosófica, religión, o sociedad secreta, encuentra los problemas clásicos: vanidades y búsqueda de poder.
La negación: es común abandonar el camino después de constatar que los que están en ellos aún no resolvieron sus problemas.
La angustia: el camino fue abandonado, mas una simiente fue plantada: la fe. Y crece día y noche. La persona se siente disconforme, con una sensación de que descubrió algo y lo perdió.
El retorno: por causa de otra ruptura seria (una tragedia, un éxtasis, etc.) la persona descubre que su Fe está viva. Y la fe, si fue bien cultivada, resiste a cualquier decepción.
El maestro: el momento más peligroso. Los maestros son apenas personas experimentadas. El camino es individual, mas, en este momento, puede desvirtuarse, y volverse colectivo.
Las señales: el camino se muestra por sí mismo. A través de las señales, Dios le enseña lo que precisa saber.
La noche oscura: son hechas las elecciones. La persona cambia su vida y da sus pasos, a pesar del miedo.
La Comunión: es el momento en que, como decía San Pablo, la propia Divinidad pasa a habitar en la persona. El misterio de los milagros se manifiesta con toda su maravilla y grandeza.
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