Un agrónomo llegó a una comunidad y preguntó a don Laureano, el más viejo del lugar:
– ¿Usted cree que este campo me dará buen algodón?
– ¿Algodón, dijo? No. Este campo no puede dar algodón. Nunca he visto que dé algodón.
– Entonces, ¿podrá dar maíz, papas…?
– No, no creo que este campo le dé nada de eso.
– Bueno, de todas formas voy a sembrar algodón a ver que da.
– ¡Hombre! ¡Claro! Si se siembra… ¡Si se siembra es otra cosa!
José Luis Martín Descalzo