El Premio Nobel es mundialmente conocido por ser otorgado año tras año a aquellas personas que se hayan destacado y hayan realizado un avance en los campos de la Literatura, Física, Química, Medicina, Literatura, Paz y Economía.
Pero… ¿A qué se debe el nombre que encabeza estos importantes premios? ¿Por qué motivo premia a estos campos de la ciencia, el arte y la paz? Los inicios se remontan hacia 1833, momento en el cual nace Alfred Nobel en Estocolmo. Su vida transcurrió a merced de la invención, bajo las influencias de su padre, antiguo propietario de una fábrica de armamentos que concluyó en quiebra tras diversas problemáticas. Pero la suerte de Alfred fue diferente: más de 350 patentes relacionadas con la armería, entre las cuales la más destacada fue la invención de la dinamita.
Es así como Nobel vio crecer su fortuna a merced de la invención y producción de armas para matar. Si bien sus productos fueron de gran importancia para otros sectores, tales como la minería, la construcción y la ingeniería; Nobel también diseñaba productos para la industria militar, tales como la balistita o la pólvora sin humo.
Todas las riquezas y el orgullo de Alfred Nobel se disolvieron tras una gran tragedia en su vida: la muerte de su hermano. Se dice que, tras la muerte de éste, en un diario local se lo confundió con el científico, describiendo en su supuesto obituario las acciones de su vida. Al leer esto, Nobel quedó desconcertado en sólo pensar que la humanidad le recordaría por inventar la dinamita y promover la destrucción en la humanidad. ¿Merecía la pena emplear así una vida?
De modo que se le acredita la voluntad de crear una fundación filántropa que premiara a aquellas personas que hayan realizado un avance positivo para la humanidad, donando la mayor parte de su fortuna para estos premios y dedicando sus fuerzas en promover la vida y promocionar las ciencias y las artes.
Hoy en día, Nobel posee más resonancia por sus premios, que por sus invenciones militares, logrando su cometido tras su muerte, en el año 1896.