Un ciego estaba sentado en medio de varias personas. De pronto, todos se pusieron a reír y el ciego los imitó.
– ¿Qué ha visto usted para reír de esa manera? -le preguntó alguien.
– Puesto que todos ríen, es porque con seguridad se trata de algo risible -contestó el ciego. ¿No habrán pretendido engañarme, verdad?
De «Elogio de la Risa», por Zhao Nanxing