Los espartanos han pasado a la historia como una de las razas más disciplinadas y valerosas. En cierta ocasión, le preguntaron a un espartano ilustre, Agesilao el Grande:
– ¿Cómo es que Esparta no está rodeada de murallas?
A lo que él contestó:
– Lo que hace fuerte a las ciudades no son los maderos ni las piedras, sino las virtudes de sus ciudadanos.