Un hombre tenía un plátano seco.
– El conservar un plátano seco trae mala suerte -dijo su vecino.
Pero cuando el dueño del árbol lo hubo talado, el vecino le pidió un poco de leña para el fuego.
– El viejo sólo quería leña -pensó el hombre enfadado-. Por eso me dijo que derribara mi árbol. Somos vecinos, e incluso así me engaña de esta manera. ¡Esto ya es demasiado!
Lie Zi