Dos hombres se dedicaron un día entero a cortar leña.
Uno de ellos trabajó sin detenerse a descansar, y juntó una pila de leños bastante grande. El otro lo hizo durante lapsos de cincuenta minutos, intercalados con otros de diez minutos en los que descansó. Al terminar, sin embargo, tenía una pila de leños mucho mayor.
– ¿Cómo pudiste cortar tanta leña? -le preguntó el hombre que trabajó sin descanso.
Esta fue la respuesta:
– Mientras descansaba, afilaba el hacha.
Thomas Welch