Le preguntaron a Rabí Abraham Yaacov de Sadagora:
– «Nuestros sabios dicen: ‘Y no hay una cosa que no tenga su lugar.’ Y así el hombre también tiene su lugar. ¿Por qué entonces, la gente a veces se siente tan apretada?»
Replicó:
– «Porque cada uno quiere ocupar el lugar de otro.»
Del libro «Cuentos Jasídicos», de Martin Buber