Tres viajeros encontraron, una vez, un tesoro.
Después, sintieron hambre, y uno de los tres fue a comprar comida. Por el camino, pensó: «¿Por qué no envenenar sus comidas? Comerán y morirán, y me quedaré con todo el tesoro.»
Entretanto, sus compañeros decidieron también matarlo y dividir entre ellos su parte.
Cuando volvió, le asesinaron, comieron la comida envenenada y murieron.
Al-Ghazzali
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