La Madre Teresa de Calcuta saluda a una mujer moribunda traída al hospital minutos antes.
La moribunda la mira con ojos desorbitados, y con voz apagada le pregunta:
– ¿Por qué haces esto?
La Madre Teresa le responde:
– Porque yo te quiero.
Un destello de felicidad ilumina el rostro de la moribunda, la cual suplica:
– Por favor, dímelo de nuevo.
– Yo te quiero -repite la Madre Teresa.