Ayer le levanté la mano a Dios?
Ayer le dije que era un haragán, un  ocioso
Ayer le dije que se había vuelto gordo
Ayer le dije que me daba  vergüenza salir con él
Ayer le dije que se vaya de mi casa, de mi vida
…  que me dejará en paz.
¿Paz? Yo no lo dejaba en paz con mis palabras
Ayer le levanté la mano a Dios…
Ayer le dije que no lo amaba
Ayer le  dije que no lo necesitaba
Ayer fue un día triste, un día de verbos
Ayer  fue un día de verbos adjetivos, de insultos
Ayer renegué de haberlo  conocido
Ayer renegué de haber besado sus labios
Ayer
Ayer le levanté la mano a Dios?
Ayer le di una, dos, tres  bofetadas
Ayer se zafó de mí y dijo:
«No voy a dejar que me trates  así»
Ayer vi sus mejillas rojas
Y era mí corazón el que ardía, sí
Ayer  lo tiré contra la pared
Y no era la primera vez, no
Ayer me enteré que  Dios era mujer
Ayer le levanté la mano a Dios?
Y él (ella), más débil que yo, no podía  escapar
Ayer miró de un lado a otro y se arañó el rostro
Ayer quedé  pasmado, pues al caer sus manos
Él era mujer…
Ayer le levanté la mano a Dios y fue mi hijo, sí, él
Quien le dijo a Dios:  ?mamá, ven?
Y mi hijo de dos años le dio un beso a ella
¿Y es que Dios no  está en todas las personas?
Ayer (y siempre) estuvo en mi mujer…
Jean Paul Preciado
