El uso de las parábolas

Hui Zi está siempre usando parábolas -se quejó alguien al príncipe de Liang-. Si Su Majestad le prohíbe hablar en parábolas, no sabrá explicarse con claridad.

El príncipe asintió.

Al día siguiente, el príncipe vio a Hui Zi.

– Desde ahora -le dijo- haga el favor de hablar de manera directa, y no en parábolas.

– Supongamos que hay un hombre que no sabe lo que es la catapulta -replicó Hui Zi-. Si pregunta cómo es y Su Alteza le dice que una catapulta es como una catapulta, ¿comprenderá él lo que Su Alteza quiere decir?

– ¡Claro que no! -respondió el príncipe.

– Pero supongamos que Su Alteza le dice que una catapulta es como un arco y que su cuerda está hecha de bambú, ¿no le comprenderá mejor?

– Sí, será mucho más claro -admitió el príncipe.

– Comparamos algo que un hombre ignora con algo que conoce para ayudarle a comprender -dijo Hui Zi-. Si no me permite usar parábolas, ¿cómo puedo aclararle las cosas a Su Alteza?

El príncipe convino en que Hui Zi tenía razón.

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