No tienes nada que Dios necesite

En una ocasión en la Santa Misa, el Sacerdote afirmó: Nosotros no tenemos nada que Dios necesite. Piense al respecto.

Si yo fuera rico y quisiera dar mis riquezas a Dios, no lo haría más rico. Él es el dueño de todo.

Si yo fuera sabio, y le diera mi sabiduría a Dios, no podría hacerle más sabio. Él es Omnisciente.

Si yo fuera poderoso, y diese mi poder a Dios, no podría hacerle más poderoso. Él es Omnipotente, Todopoderoso.

Dios quiere una sola cosa de sus hijos: nuestro corazón.

Si oramos a Dios sin haberle entregado nuestro corazón, nos estamos burlando de Él. Si predicamos sin haberle entregado nuestro corazón, estamos predicando en ignorancia.

Dios te está diciendo hoy: «Dame tu corazón.» ¿Cómo responderás?

Deja un comentario