El poder de la debilidad

El único poder que tiene la debilidad sobre nosotros es el que nosotros le concedemos a través del temor. Dios promete fortalecernos en nuestras debilidades si confiamos y nos volvemos a Él. (Isaías 41:10) Tenemos que asumir y enfrentar nuestras debilidades y no temerlas. La gracia de Dios será suficiente para nosotros en el momento de necesidad. (2 Corintios 12:9)

Podemos venir a Jesús tal como somos. Así, Él nos recibe, y nos trasforma en lo que debemos ser.

Nuestras debilidades constituyen un problema más grande para nosotros que para Dios. Él las entiende, y está dispuesto a darnos fortaleza. Recibimos gracia a través del canal de la fe.

Te animo a empezar a recibir y dejar de lamentar tus debilidades. Es tiempo de seguir adelante.

Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. (Hebreos 4:15)

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