No culpes a nadie

La naturaleza alcanza el éxito con facilidad y sin ninguna clase de esfuerzo. Las plantas crecen todos los días sin esforzarse, los animales salvajes sobreviven cada día de la manera más simple. Todo en la naturaleza sucede «fácil y sin esfuerzo».

Pero, el ser humano también es parte de la naturaleza, ¿cierto? Entonces, ¿por qué hay personas fracasadas? ¿Por qué hay personas que viven cada día con amargura e infelicidad? Deudas, peleas, problemas, sueños sin cumplir.

La respuesta puede ser una sola: el propio ser humano tiene un complot, un sabotaje interno que no le permite alcanzar el éxito, la felicidad y cumplir con todas sus metas.

Solución: ¡cambia tu forma de pensar! Es importante tener fe. Fe en nosotros, fe en los demás, fe en la vida, fe en Dios. Pero aún más importante que la fe, es la acción. No esperes a que algo o alguien mueva tus montañas. Levántate, ármate de coraje y ve a moverlas tú mismo.

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