Lección de una abeja

Hace años puse un panal de abejas para alimentar a algunas de ellas que tenían una colmena a poca distancia. Para comenzar el proceso, capturé una abeja en un vaso, la coloqué sobre el panal, y esperé hasta que la abeja descubriera el tesoro. Cuando estuvo llena y satisfecha, voló directamente a la colmena. Después de un momento, la abeja regresó con una docena de abejas más. Éstas, a su vez, trajeron muchas más, hasta que finalmente un enjambre de abejas cubrió el panal. Al poco tiempo habían transportado toda la miel a la colmena.

¡Qué lección para nosotros! ¿Estamos hablándoles a los demás de Aquel a quien encontramos? Cristo nos ha encargado la proclamación de las buenas nuevas. ¿Debemos nosotros, los que hemos encontrado miel en la Roca -Jesucristo- ser menos considerados con los demás que las abejas?

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