Toda separación es dolorosa

Para algunos es mas, para otros es menos, lo cierto es que todas las separaciones de una forma y otra, son dolorosas, son difíciles y tratamos de evitarlas al máximo.

Sin embargo en algunos casos, son inevitables, en otros son obligatorias y a veces, son necesarias.

Desde el momento en que nacemos, nos estamos separando de algo o de alguien, primero de nuestra madre, con quien estuvimos largos meses bajo su protección.

Luego de nuestra familia inmediata, cuando iniciamos nuestros estudios y por largas horas, nos desprendemos momentáneamente, para ir a un lugar, donde conoceremos a otros mas, que como nosotros, también han sido desprendidos, separados de sus familias.

Rápidamente nos identificamos con ellos, porque vemos que pasan por lo mismo que nosotros, así que nos apegamos a algunos, generalmente con los que compartimos, además de la separación, mas cosas en común.

Con el tiempo, también nos desprendemos de estos primeros extraños, y seguimos nuestro camino, buscando con quien mas unirnos, poco a poco, vamos descubriendo los cambios, que desde nuestro nacimiento, nos han estado preparando para este momento, para el momento de la supervivencia, de la preservación de la especie.

El primer paso es el de apegarnos a nuestro opuesto de género. Acá se produce un amplio proceso de selección, donde uno y otro lado van depurando poco a poco las parejas que se han elegido, con el fin de quedarse con la que consideran mejor.

Este proceso implica mas separaciones, en las que no siempre están conformes las partes involucradas y de tal suerte, son difíciles para quienes intervienen en estas separaciones.

Finalmente, luego de esta depuración, que puede o no, ser efectiva y bien pensada, se realiza una unión, que permanecerá hasta el día final. Durante este proceso, generalmente, se inicia una nueva vida, que en algún momento se separará para iniciar su propia historia de uniones y separaciones ad infinitum.

Pero a pesar de que desde un inicio, nacemos separándonos, durante toda nuestra vida, a pesar de lo que hagamos, a pesar de como seamos, a pesar de quienes seamos, solo Dios, se mantendrá junto a nosotros, aunque a veces nos olvidemos de Él, aunque a veces creamos que no está, aunque a veces creamos no necesitarlo. Al final de cuentas, solo Dios nos a acompañado desde antes de nacer, durante nuestra vida y lo hará cuando finalmente volvamos a Él. (Pero eso hay que ganárselo, todavía estamos a tiempo).

Deja un comentario