De la parada

No se olvide que a veces es preciso parar. O los pies quedarán heridos, la mente se distraerá, y el cansancio empobrece la Búsqueda.

La tradición académica tiene un «Año Sabático»; a cada siete años de trabajo, el profesor pasa un año lejos de la Universidad. Al salir de la rutina, él abre espacio para nuevos conocimientos.

En la antigüedad, los campesinos dividían su tierra en siete terrenos: a cada año, uno de ellos quedaba abandonado, sin producir nada. Allí crecían hierbas dañinas, matorrales, todo lo que la naturaleza tuviese voluntad de producir sin interferencia del hombre. De esta manera la tierra se revigorizaba, y era capaz de, el año siguiente, aceptar la simiente del agricultor.

Quien no para por libre voluntad, termina siendo paralizado por la vida. En la Búsqueda, como en todo lo demás, acción e inacción tienen la misma importancia.

Del libro «Maktub», de Paulo Coelho

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