El labrador y los perros

Aprisionó el mal tiempo a un labrador en su cuadra.

No pudiendo salir para buscar comida, empezó por devorar a sus carneros; luego, como el mal tiempo seguía, comió también a las cabras; y en fin, como no paraba el temporal, acabó con sus propios bueyes. Viendo entonces los perros lo que pasaba se dijeron entre ellos:

– Larguémonos de aquí, pues, si el amo ha sacrificado los bueyes que trabajan con él, ¿cómo nos perdonaría a nosotros?

Cuídate muy en especial de aquellos que no temen en maltratar a sus mejores amigos.

Esopo

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