El Hombre y el Burro

Aunque parezca broma, convinieron un Hombre y un Borrico en enseñarse el respectivo idioma; y el Burro… ¡suerte impía! no aprendió ni un vocablo solamente en dos años de estudio y de porfía, entretanto que el Hombre, en solo un día, aprendió a rebuznar perfectamente.

No trates con el bruto ni un minuto, pues no conseguirás la alta corona de hacerle tú persona, y puede suceder que él te haga bruto.

Miguel Agustín Príncipe

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