Corazón limpio

«Bienaventurados los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios.» (Mateo 5:8)

Cada mañana, al levantarte, seguramente te miras al espejo, observas tu rostro, tu figura, haces todo lo necesario para verte bien, eliges una buena vestimenta y, tal vez, a pesar de tu esmero, no logres verte bien, o sí, quizás estés muy conforme con lo que te devuelve el espejo.

¿Te has preguntado, cuán conforme estará Dios cuando escudriña tu corazón? Recuerda que Él no quiere encontrar rencores, malos pensamientos, chismes, orgullo, mezquindad y todo aquello que de una u otra forma lo ensucie.

Él se goza cuando ve un corazón sensible, dispuesto a obedecerle y arrepentirse de los pecados cometidos.

Deja un comentario