Si fueras a emprender un largo viaje y desconocieras el camino, llevarías contigo un mapa, ¿no es cierto? La verdad es que en este momento te hallas embarcado en una larga travesía, la de la vida.
El Guía que conoce el camino instruyó a algunos de Sus hombres para que dibujaran un mapa muy detallado que nos señalara el rumbo y nos ahorrara extravíos y desorientaciones. Con ello quiso enseñarnos el modo en que debemos conducirnos durante el tránsito por este mundo y ayudarnos a llegar sanos y salvos a nuestro destino.
Decir que no tienes tiempo para estudiar el mapa que Dios te ha trazado –la Biblia– es como si un conductor argumentara antes de iniciar un largo viaje: «Mire, tengo tanta prisa por llegar a mi destino que no dispongo de tiempo para repasar el mapa».
En cambio, si tomas la Biblia y si simplemente la lees, crees en sus preceptos y los acatas, te encaminarás bien y acabarás en el sitio indicado.
David Brandt Berg