Te hice a Ti

Era un día lluvioso y gris. El mundo pasaba a mi alrededor a gran velocidad cuando de pronto, todo se detuvo. Allí estaba, frente a mí una niña apenas cubierta con un vestidito todo rotoso que era más agujeros que tela. Allí estaba, con sus cabellitos mojados, y el agua chorreándole por la cara. Allí estaba, en medio de un mundo gris y frío, sola y hambrienta.

Me encolericé y le reclamé a Dios: ¿Cómo es posible Señor, que habiendo tanta gente que vive en la opulencia, permitas que esta niña sufra de hambre y frío? ¿Cómo es posible que te quedes ahí tan tranquilo, impávido ante tanta injusticia, sin hacer nada?

Luego de un silencio que me pareció interminable, sentí la vos de Dios que me contestaba: CLARO QUE HICE ALGO, TE HICE A TI.

1 thought on “Te hice a Ti

  1. La felicidad profunda nos la da la entrega, la ayuda a otros, ya sea emocional o material.
    Si es esa nuestra convicción a esa niña Dios te la puso delante para darte la dicha de ayudarla compartiendo lo tuyo.
    El dinero si da felicidad.

Deja un comentario