Un alivio a la hora de la muerte

Charles Carroll, de Carrollton EE.UU., uno de los constituyentes de la Declaración de Independencia, fue durante toda su vida un católico practicante.

Vivió muchos años después de que la nueva república se había convertido en una realidad, y en su lecho de muerte hizo esta sorprendente aseveración:

«He vivido hasta 96 años; he disfrutado continuamente de excelente salud; he sido bendecido con una gran riqueza, propiedades y con la mayor parte de los bienes que nos puede proporcionar este mundo: aprobación publica, aplauso y estima general. Pero hay algo que recuerdo ahora con mayor satisfacción que todas estas cosas…»

Mientras los que estaban alrededor de su cama esperaban con ansiedad, el moribundo hizo una pausa y sus ojos se llenaron de lágrimas al decir quedamente:

«Lo que recuerdo ahora con mayor satisfacción es el haber practicado siempre mis deberes religiosos.»

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