Clases de hombres

Hay cuatro clases de hombres:

– Aquel que no sabe nada, y no sabe que nada sabe: es un ignorante; compadécete de él.

– Aquel que no sabe nada, y sabe que nada sabe: es un sencillo; enséñale lo que tú puedas y él necesite.

– Aquel que sabe, y no sabe que sabe: está dormido; despiértalo.

– Aquel que sabe, y sabe que sabe: es un sabio; imítalo.

Quizá sea lo más difícil el ubicarse a sí mismo con equidad y sin engaños en el plano que nos corresponde; pero, aunque sea difícil, no es imposible y, por lo tanto, es una obligación de conciencia, ya que no podemos tenernos ni por más de lo que somos ni por menos de lo que Dios nos ha dado.

Tenerse por más de lo que uno es, es pura soberbia y orgullo despreciable; no reconocer lo que uno en realidad es, constituye un acto de ingratitud para con Dios, que ha depositado en nosotros las cualidades con las que nos ha enriquecido. Sé sencillo y agradecido.

«Tened un mismo sentir los unos para con los otros; sin complaceros en la altivez; atraídos más bien por lo humilde; no os complazcáis en vuestra propia sabiduría» (Rom. 12, 16). Tratar siempre a los demás con humildad, con deferencia, con bondad y comprensión, esto, que parece tan fácil, no lo es de hecho, y por eso supone no poca santidad.

1 thought on “Clases de hombres

  1. Yo creo que como leí por algún lado, todos sabemos algo que no todos saben, por lo cual debemos de valorar a nuestros semejantes como a nosotros mismos, ya que cualquiera nos puede dar una lección, como decía un famoso político guatemalteco que recién acaba de fallecer: «Me considero experto en generalidades»

    Saludos!

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