Sé un socio activo de Dios

Si vives en armonía con Dios, con tus semejantes y contigo mismo, tendrás los mejores motivos para estar satisfecho.

Si los vientos son contrarios, comanda tu destino, confiando en Dios, y, a la vez, activándote con optimismo y con valor. Nunca te desees la muerte. Deséate vida feliz y abundante.

No maldigas a tus opositores, bendícelos con toda tu alma y deséales todo el bien posible; y así tu corazón, rebosante de amor, creará las mejores condiciones para tu bienestar personal y para las más puras complacencias.

Del libro «366 Maravillosas Motivaciones» , de Tiberio López Fernández

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