Leyendo un post en TecnoChica, leí una nota que me dejó helado y que espero que nunca, nunca, nunca, lo lleguemos a vivir acá en Guatemala, espero que la empresa que lo produce entre en razón y que jamás llegue a comercializarse masivamente.
Se ha creado un artilugio que se coloca en las bases de las patas de una cuna y su función es mecerla, pero eso no es lo peor. Según la nota, simula los latidos del corazón de la madre. Pero que fregados estarían pensando. Con la excusa de mecer al niño, pero si lo más importante en esa etapa de la vida de cualquiera es sentir la protección del ser que lo trajo a la vida a uno, sentir su calor, la seguridad que genera y el amor que irradia nunca podrá ser sustituído por un «simulador de latidos del corazón». Simplemente no hay sustituto para la compañía materna. Nunca, jamás.
Lo que me consuela es que en nuestra amada tierra va a ser casi imposible que los niños bajen del mecapal que los lleva para ubicarse en un artilugio de estos, si hasta un control remoto tiene la fregadera esta, así que ni siquiera para encenderlo o apagarlo va a ser necesario que la persona se acerque :(.
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